RESUMEN: El hemograma o como se conoce ahora citometria hemática es una de las pruebas más solicitadas al
laboratorio clínico junto con la glicemia y el uroanálisis, y es tambien la prueba de laboratorio que más ayuda al médico en
la evaluación y diagnóstico de un paciente.
Según la metodología se reconocen seis tipos de
hemograma, desde los tradicionales que se hacen con métodos manuales hasta los
más sofisticados que se hacen con métodos electrónico.
En este trabajo vamos a establecer los criterios que definen los tipos de hemograma y se analizan los
parámetros desde el punto de vista metodológico, los valores de referencia, las indicaciones
clínicas y los aspectos críticos de cada parámetro de acuerdo con la metodología utilizada.
INTRODUCCIÓN: El hemograma, biometría hemática o
recuento de células sanguíneas, junto con la glicemia y el uroanálisis, es una de las pruebas más solicitadas al laboratorio clínico y
uno de los estudios que da mayor información al médico. Pero seguramente muchos al igual que yo se preguntaron alguna vez qué método es mejor al momento de realizar un hemograma o es indistinto, o quizás las diferencias entre la técnica manual y automatizada se hacen mayores al hablar de determinados parámetros.
A lo largo de los años, el hemograma ha sido objeto de múltiples modificaciones
en cuanto a los parámetros que lo componen, la forma de obtenerlos, los grados
de precisión y de exactitud y la manera de interpretarlo. Para una mejor utilización de
los parámetros que el hemograma aporta es de vital importancia conocer el desarrollo
que ha acompañado a la prueba y el laboratorio clínico debe permanecer atento al desarrollo
tecnológico para incorporar los aspectos de mayor relevancia desde el punto
de vista clínico, como una herramienta de rutina que le permita tener pruebas cada vez
más exactas, más precisas, a un costo razonable y, sobretodo, de mayor utilidad clínica.
El objetivo de este blog es analizar los diferentes tipos de hemogramas, y que los lectores den su opinión basada en experiencias propias de que método les parece el pertinente, o talvez lo ideal seria un combinación.
HEMOGRAMA: Definamos al hemograma como un perfil o conjunto de exámenes que
evalúan los diferentes elementos celulares de la sangre, esto es los glóbulos rojos, los leucocitos
y las plaquetas, y su interacción con el plasma y sus componentes, como las proteínas
[6].
Desde el punto de vista del desarrollo tecnológico, el hemograma puede estar compuesto por unos pocos parámetros
como la hemoglobina, el hematocrito y el recuento total y diferencial de leucocitos por métodos manuales, como el hemograma tipo I, hasta los modernos hemogramas,
con más de 30 parámetros, de cuarta generación de los autoanalizadores de hematología,
como el hemograma tipo VI [7], disponible en países vecinos pero no en el medio.
El hemograma en pocas palabras se define como el análisis cuantitativo y cualitativo de los componentes celulares
de la sangre periférica. Las diferencias y las variaciones en la metodología utilizada definen el
tipo de hemograma. La utilidad clínica de la
prueba está en relación directa con la calidad analítica y el número de parámetros que lo componen,
esto es con la exactitud y la precisión de los resultados. De acuerdo con la metodología
utilizada y los parámetros que lo componen, en el medio se reconocen seis tipos de hemograma,
debidamente codificados. A continuación se
relacionan los parámetros que componen los diferentes tipos de hemogramas:
- Hemograma tipo I: hemoglobina, hematocrito, recuento de eritrocitos, índices
eritrocitarios (volumen corpuscular medio, hemoglobina corpuscular media, concentración
de la hemoglobina corpuscular media), recuento total de leucocitos, y recuento diferencial
de leucocitos y morfología por métodos manuales. No incluye sedimentación.
- Hemograma tipo II: hemoglobina, hematocrito, recuento de eritrocitos, índices
eritrocitarios (volumen corpuscular medio, hemoglobina corpuscular media, concentración
de la hemoglobina corpuscular media), recuento total de leucocitos, recuento diferencial de leucocitos, recuento de plaquetas y morfología por métodos manuales. No incluye
sedimentación.
- Hemograma tipo III: hemoglobina, hematocrito, recuento de eritrocitos, índices
eritrocitarios (volumen corpuscular medio, hemoglobina corpuscular media, concentración
de la hemoglobina corpuscular media), recuento total de leucocitos, y recuento diferencial
de leucocitos, recuento de plaquetas por métodos semiautomáticos y morfología por métodos
manuales. No incluye sedimentación.
- Hemograma tipo IV: hemoglobina, hematocrito, recuento de eritrocitos, índices
eritrocitarios (volumen corpuscular medio, hemoglobina corpuscular media, concentración
de la hemoglobina corpuscular media), ancho de distribución de los eritrocitos, recuento
total de leucocitos, recuento diferencial de leucocitos, recuento de plaquetas y morfología
de sangre periférica por métodos electrónicos y manuales. No incluye sedimentación.
- Hemograma tipo V: hemoglobina, hematocrito, recuento de eritrocitos, índices
eritrocitarios (volumen corpuscular medio, hemoglobina corpuscular media, concentración
de la hemoglobina corpuscular media), ancho de distribución de los eritrocitos, recuento
total de leucocitos, recuento diferencial de leucocitos, recuento de plaquetas, índices plaquetarios
(volumen medio plaquetario, ancho de distribución de las plaquetas, plaquetocrito)
y morfología de sangre periférica por métodos electrónicos y manuales. No incluye
sedimentación.
- Hemograma tipo VI: hemoglobina, hematocrito, recuento de eritrocitos, índices
eritrocitarios (volumen corpuscular medio, hemoglobina corpuscular media, concentración
de la hemoglobina corpuscular media), ancho de distribución de los eritrocitos, recuento
de reticulocitos, índices reticulocitarios, hemoglobina reticulocitaria, recuento total de
leucocitos, recuento diferencial de leucocitos, recuento de plaquetas, índices plaquetarios
(volumen medio plaquetario, ancho de distribución de las plaquetas, plaquetocrito), plaquetas
reticuladas y morfología de sangre periférica por métodos electrónicos y manuales.
No incluye sedimentación.
El hemograma como prueba integral está compuesto por tres grupos de parámetros, a saber:
el eritrograma, el leucograma y el trombograma y en este orden serán analizados.
ERITROGRAMA
Se define como el análisis cuantitativo y cualitativo de los parámetros relacionados con los
eritrocitos en sangre periférica. Del eritrograma hacen parte los parámetros convencionales
como el recuento de eritrocitos, la hemoglobina, el hematocrito y los índices eritrocitarios y
los nuevos parámetros, derivados de la incorporación de los autoanalizadores de hematología
al laboratorio clínico, como el ancho de distribución de los eritrocitos, el ancho de distribución
de la hemoglobina, el recuento de reticulocitos, incluidos los nuevos parámetros con ellos
relacionados, y la hemoglobina reticulocitaria.
Además de los parámetros cuantitativos, también hacen parte integral del eritrograma el
estudio de la morfología de los eritrocitos en extendidos de sangre periférica.
1. Recuento de eritrocitos
Consiste en determinar la cantidad de eritrocitos en sangre periférica por unidad de volumen
por microlitro (μL), milímetro cúbico (mm3) o litro (L) de acuerdo con el sistema de
unidades adoptado en el laboratorio clínico o en la región. Desde el punto de vista de la
metodología disponible en el laboratorio clínico, el recuento de eritrocitos puede ser manual
o electrónico.
1.1 Recuento manual
El recuento manual de eritrocitos se utiliza en los hemogramas tipo I y tipo II. Para hacer el recuento de eritrocitos por método manual se requiere pipeta de dilución para glóbulos rojos y cámara de Neubauer y un microscopio convencional. El recuento manual de eritrocitos es un procedimiento tedioso, de alto consumo de tiempo del profesional, 6 a 8 minutos en promedio, y a pesar de que se haga con las mejores especificaciones metodológicas tiene un coeficiente de variación muy amplio (10% a 22%), por lo cual esta tecnología prácticamente ha desaparecido de los laboratorios clínicos al ser reemplazada por los contadores de células o autoanalizadores de hematología. Además, como consecuencia de lo anterior, los parámetros que de él dependen, en particular el volumen corpuscular medio, indispensable en la clasificación morfológica de las anemias de acuerdo con los criterios de Wintrobe, no son confiables y en estas circunstancias es mejor no ofertarlo.
1.2 Recuento electrónico
La medida del número de células, ya sea eritrocitos, leucocitos o plaquetas, en la mayoría de
los autoanalizadores de hematología suele realizarse simultáneamente con el tamaño de las
células y para ello aprovechan las variaciones que se presentan en un campo electromagnético
en el cual se suspenden las células objeto del estudio. Desde el punto de vista tecnológico, la
mayoría de los recuentos electrónicos de eritrocitos, así como el recuento total de leucocitos
y de plaquetas se hace utilizando la impedancia eléctrica.
1.3 Impedancia eléctrica
El método se basa en la resistencia que presentan las células, que no son conductoras eléctricas, al paso de la corriente eléctrica cuando atraviesan un pequeño orificio, conocido como «orificio de apertura» que separa dos medios con diferente potencial. Cada vez que una célula atraviesa el orificio de apertura se presenta un cambio en la resistencia eléctrica que el instrumento interpreta como un impulso que es proporcional al volumen del líquido electrolítico desplazado. Bajo estas circunstancias, los impulsos representan el tamaño o volumen de las células y el número de células que atraviesan el orificio de apertura es proporcional a su concentración en el medio electrolítico.
Mediante la computadora incorporada al equipo, con el número y el tamaño de los pulsos
se construye un histograma conocido como histograma de volúmenes. El número de pulsos
determina el número células de acuerdo con la dilución de éstas en la solución conductora; a
su vez, la intensidad de los pulsos determina el tamaño de las células. La distribución y el tamaño
de los mismos identifica las poblaciones celulares y los coeficientes de variación de cada
una de ellas en el histograma.
El laboratorio clínico, mediante el análisis del histograma de eritrocitos, permite visualizar la población de eritrocitos normocíticos, microcíticos, y macrocíticos, respectivamente. Adicionalmente, es posible evidenciar la presencia de varias poblaciones celulares que el laboratorio al momento de informar el estudio, debe describir especificando la media en fL, de cada una de ellas. Esta situación es frecuente en pacientes postransfundidos y en pacientes que están recibiendo terapia con hematínicos en la fase de recuperación, en donde coexisten dos poblaciones de eritrocitos.
1.4 Valores de referencia
Debe insistirse en que cada laboratorio clínico debe definir sus respectivos valores de referencia de acuerdo con la población, la instrumentación y la altura sobre el nivel del mar, factores que
modifican los parámetros de un lugar a otro y de una institución a otra.
1.5 Utilidad clínica
Gracias a la automatización, el recuento de eritrocitos que había desaparecido por razones
previamente analizadas, fue recuperado tras la introducción de los autoanalizadores de hematología
a los laboratorios clínicos de la mayoría de las instituciones de salud del país. De los parámetros cuantitativos del eritrograma, el recuento de eritrocitos es uno de los que menor aplicación clínica tiene, pero es indispensable para calcular el volumen corpuscular medio en los hemogramas manuales, que es la base de la clasificación morfológica de las anemias según Wintrobe. El recuento de eritrocitos también es necesario para determinar algunos de los nuevos parámetros de los hemogramas derivados de los autoanalizadores de hematología, como el ancho de distribución de los eritrocitos, de utilidad en la clasificación morfológica de las anemias según Bessman.
Observaciones
El recuento de eritrocitos por métodos manuales, por los motivos antes citados y en particular
por la falta de precisión, con un coeficiente de variación, bajo las mejores condiciones analíticas
de la prueba, entre el 10% y el 22%, no es costo-eficiente y en consecuencia debería pasar a ser una prueba histórica, para dar paso a los sistemas electrónicos, basados en la impedancia y el láser óptico como garantía de eficiencia analítica.
Cuando el recuento de eritrocitos se hace por métodos electrónicos, con un coeficiente de variación
inferior a 1% en la mayoría de los autoanalizadores de hematología disponibles en el mercado de la instrumentación para laboratorios clínicos, puede tener valores falsos cuando los reactivos que se utilizan no son los adecuados para el instrumento, cuando se utilizan reactivos «caseros» o adaptados de una marca para otra marca o los llamados «reactivos universales» que con el argumento de reducir los costos o por falta de presupuesto o por falta de cultura de la calidad, no se llevan programas de control de calidad acordes con las necesidades de esta tecnología, como infortunadamente sucede en nuestro medio con relativa frecuencia.
En presencia de crioaglutininas el recuento electrónico de eritrocitos puede dar un resultado falsamente bajo, situación que también afecta el volumen corpuscular medio y la hemoglobina
corpuscular media.
2. Hematocrito
El hematocrito representa la fracción de volumen eritrocitario y corresponde al volumen ocupado
por los glóbulos rojos en relación con el volumen total de sangre. De acuerdo con el tipo de hemograma, el hematocrito se puede hacer por método manual, en los hemogramas tipo I y II, o por cálculo, en los hemogramas tipo III, IV, V y VI. El hematocrito se expresa de acuerdo con la nomenclatura tradicional como un porcentaje. Aunque el concepto no difiere por la metodología utilizada, hay diferencias, que aunque sutiles algunas de ellas, es importante conocerlas al momento de interpretar la prueba.
2.1 Hematocrito manual
En los hemogramas tipos I y II, el hematocrito se obtiene mediante centrifugación en tubos de Wintrobe siguiendo el método originalmente descrito en 1929, conocido como macrométodo y muy poco utilizado en la actualidad, o mediante la metodología conocida como «microhematocrito», utilizando microcentrífuga y capilares especialmente diseñados para la prueba.
El microhematocrito tiene un nivel de exactitud y precisión adecuada para uso clínico, de ahí que en la práctica es de utilidad cuando se desea tamizar en la población general, por ejemplo en las campañas de banco de sangre, alteraciones del eritrograma que permiten identificar pacientes con anemia que contraindicarían la donación.
2.2 Hematocrito electrónico
A diferencia del hematocrito convencional o manual, que es una medida directa e independiente,
el hematocrito electrónico se obtiene mediante un cálculo matemático que relaciona el recuento de eritrocitos y el volumen corpuscular medio determinados por el autoanalizador de hematología, aplicando la siguiente fórmula:
Hematocrito = recuento de eritrocitos x volumen corpuscular medio ÷ 10
El hematocrito electrónico, también conocido como «hematocrito verdadero», a diferencia
del hematocrito manual, no tiene plasma atrapado entre las células después de ser centrifugadas, y es así como su valor es de 2% a 3% más bajo que el hematocrito manual, situación que también afectaría los índices eritrocitarios, en particular la concentración de la hemoglobina corpuscular media que depende del hematocrito. El hematocrito manual se puede convertir al hematocrito electrónico multiplicándolo por 0,984. Esta diferencia por plasma atrapado del hematocrito manual versus el hematocrito electrónico es mayor en los pacientes con anemia macrocíticA, esferocitosis hereditaria, síndromes talasémicos, anemias hipocrómicas o anemia falciforme, en donde puede llegar hasta el 20%.
2..3 Valores de referencia
Debe insistirse en que cada laboratorio clínico debe definir sus respectivos valores de referencia de
acuerdo con la población, la instrumentación y la altura sobre el nivel del mar que pueden modificar los parámetros de un lugar a otro y de una institución a otra.
2.4 Utilidad clínica
El hematocrito define el concepto de poliglobulia como un aumento de la masa de eritrocitos,
cuando el hematocrito está por encima de los valores esperados para la población de acuerdo
con el género y la edad. El hematocrito se relaciona directamente con la concentración
de hemoglobina por lo que su medida constituye un procedimiento adicional para el diagnóstico de anemia, de utilidad en programas de tamización como realmente se utiliza en las campañas de recolección de sangre en los bancos de sangre.
2.5 Observaciones
Es importante enfatizar que el hematocrito refleja la concentración de los eritrocitos pero no la
masa total de éstos. El verdadero valor del hematocrito para la detección de anemia depende en gran medida de que el volumen plasmático sea real; así, un descenso del volumen plasmático (hemoconcentración) como el que se observa en casos de deshidratación, se traducirá en un aumento relativo del hematocrito y de la hemoglobina, en tanto que un aumento del volumen plasmático (hemodilución) producirá una falsa disminución del hematocrito y de la hemoglobina, resultando en un posible diagnóstico erróneo de anemia. También se debe recordar que cuando el hematocrito se hace de sangre obtenida por punción capilar puede ser un poco mayor al de sangre obtenida por punción venosa.
El microhematocrito se puede afectar cuando los tubos capilares utilizados son diferentes a los definidos por estándares internacionales para hacer la prueba, como frecuentemente se hace en el medio con el argumento de reducir costos, también cuando hay mala oxigenación de la sangre y cuando la muestra no se procesa dentro de las 6 primeras horas de haberse tomado dando como resultado el aumento falso del tamaño de los eritrocitos.
Cuando el hematocrito está afectado, los índices corpusculares que de él dependen, como el volumen corpuscular medio y la concentración de la hemoglobina corpuscular media, punto de partida de la clasificación morfológica de las anemias según Wintrobe, se pueden ver seriamente afectados y en consecuencia la clasificación morfológica de la anemia termina siendo inadecuada.
3. Hemoglobina
Los eritrocitos contienen una mezcla de hemoglobina, oxihemoglobina, carboxihemoglobina,
metahemoglobina y cantidades mínimas de otras formas de hemoglobina menores. Cuando se mide la hemoglobina se está determinando la suma de todas estas formas y para hacerlo los eritrocitos que la contienen deben ser lisados convirtiéndosen todas estas formas, excepto la sulfahemoglobina, en un compuesto estable, conocido como cianometahemoglobina, que puede ser medido en un espectrómetro a 540 nm, ya sea por métodos manuales o por tecnología automática.
3.1 Método manual
Para determinar la hemoglobina por método manual se requiere solución de Drabkin y espectrómetro que permita medir los cambios de color que se presentan tras la reacción bioquímica.
3.2 Método automatizado
Los autoanalizadores de hematología determinan la hemoglobina con la misma fundamentación del método manual, la cianometahemoglobina, utilizando un hemoglobinometro incorporado al instrumento. En algunos de los autoanalizadores de hematología de cuarta generación, acorde con las corrientes actuales, preocupadas por el medio ambiente y la salud ocupacional, con el conocimiento de que la hemoglobina por el método convencional de la cianometahemoglobina es una técnica «sucia» que utiliza cianuro que aparte del peligro contamina el medio ambiente, los autoanalizadores de hematología de cuarta generación como los de la marca Sysmex® han incorporado a los instrumentos otro tipo de hemoglobinometro que en vez de cianometahemoglobina utiliza lauril sulfato sódico, una sustancia atóxica tanto para el medio ambiente como para el personal del laboratorio clínico.
3.3 Valores de referencia
Debe insistirse en que cada laboratorio clínico debe definir
sus respectivos valores de referencia de acuerdo con la población, la instrumentación y la
altura sobre el nivel del mar que pueden modificar los parámetros de un lugar a otro y de una
institución a otra.
3.4 Utilidad clínica
La hemoglobina es el parámetro más importante del eritrograma y posiblemente del hemograma.
Desde el punto de vista clínico, la hemoglobina define los conceptos de anemia y policitemia.
La hemoglobina es la proteína transportadora de oxígeno. Representa hasta el 32% de la masa total del eritrocito. La hemoglobina es el mejor índice para medir la capacidad transportadora de gases, tanto para oxígeno (O2) como para dióxido de carbono (CO2) por parte del eritrocito.
La hemoglobina al igual que el hematocrito representan en forma indirecta el número de eritrocitos.
Desde el punto de vista de la evaluación de la integridad hematológica, la determinación de la hemoglobina es superior a la del hematocrito y a la del recuento de eritrocitos. Las enfermedades relacionadas con los eritrocitos, especialmente los síndromes anémicos, están definidas y se clasifican por la concentración de la hemoglobina.
3.5 Observaciones
La hemoglobina puede elevarse falsamente cuando la muestra es hiperlipémica, especialmente
cuando hay quilomicronemia, o con leucocitosis importante, o presencia de paraproteínas en la sangre y en algunas hemoglobinopatías como la anemia falciforme. Al mismo tiempo, al tener un valor erróneo de hemoglobina, se modifican los promedios corpusculares relacionados con ella, como son la hemoglobina corpuscular media y la concentración de la hemoglobina corpuscular media.
4. Índices corpusculares
Descritos por Wintrobe en 1932, por lo que también se les conoce como promedios de Wintrobe, determinan el tamaño y el contenido de hemoglobina de los eritrocitos, bajo los conceptos del volumen corpuscular medio, de la hemoglobina corpuscular media y de la concentración de la hemoglobina corpuscular media. Los promedios corpusculares por muchos años han sido el punto de partida para la clasificación morfológica de las anemias según Wintrobe. Como sucede con los parámetros hasta ahora analizados, los índices corpusculares se pueden derivar de métodos manuales o de métodos electrónicos como se analizará a continuación.
4.1 Volumen corpuscular medio
También conocido como promedio volumen corpuscular, volumen medio corpuscular, define, en fL como unidad de volumen, el tamaño de los eritrocitos. El volumen corpuscular medio se puede obtener a partir de métodos manuales o métodos electrónicos, mediante la utilización de los autoanalizadores de hematología.
4.1.1 Método manual
Como se ha expresado, el volumen corpuscular medio en los hemogramas tipo I y II es un parámetro calculado que se obtiene de la relación del hematocrito por centrifugación y del recuento manual de eritrocitos, mediante la aplicación de la siguiente fórmula:
Volumen corpuscular medio (fL)= (hematocrito ÷ recuento de eritrocitos en millones por μL) x 10
4.1.2 Método electrónico
El volumen corpuscular medio en los hemogramas tipo III, IV, V y VI es un parámetro que se determina de acuerdo con la amplitud de los pulsos generados durante el recuento de eritrocitos tras la medición, por triplicado, de más de 70.000 célula. La medición por estos métodos tiene un coeficiente de variación menor de 1%.
4.1.3 Utilidad clínica
Del volumen corpuscular medio se derivan los conceptos de normocitosis, microcitosis y macrocitosis, para referirse a eritrocitos de tamaño normal, pequeños o grandes, respectivamente, punto de partida de las dos clasificaciones morfológicas más importantes de las anemias, de ahí la importancia de la calidad (exactitud y precisión) de la medición. El volumen corpuscular medio es el parámetro del hemograma que tiene mayor estabilidad en el paciente y es así como cualquier modificación, con el mismo instrumento y en el mismo laboratorio, superior a 5 fL es significativa, aun en ausencia de anemia u otros hallazgos en la sangre, y justifica plenamente los estudios
complementarios.
4.1.4 Observaciones
El volumen corpuscular medio cuando se deriva de parámetros manuales no es confiable, porque depende del recuento de eritrocitos que por métodos manuales tiene un coeficiente de variación muy alto (>5%), situación que podría originar estudios innecesarios y pérdida de oportunidad en el diagnóstico. A pesar de que la medición del volumen corpuscular medio por métodos electrónicos es muy exacta, vale la pena conocer algunos aspectos tecnológicos que pueden incidir en la calidad del parámetro. El volumen corpuscular medio electrónico es un poco más bajo que el establecido por métodos manuales, debido a que el hematocrito en este último es mayor que el electrónico como resultado del plasma atrapado. También se debe tener presente que el volumen corpuscular medio determinado por dispersión óptica tiende a ser más alto que el obtenido por impedancia óptica. Si hay crioaglutininas, los eritrocitos aglutinados «engañan» al autoanalizador de hematología que los cuenta como una célula única de mayor tamaño, situación que lo eleva falsamente (seudomacrocitosis) con disminución espuria en el recuento de eritrocitos, afectando de paso el hematocrito, la concentración media de hemoglobina corpuscular y la hemoglobina corpuscular media que dependen del volumen corpuscular medio, el primero y el segundo, y del recuento de eritrocitos, el tercero. Además, el volumen corpuscular medio puede elevarse falsamente (seudomacrocitosis) en pacientes con hiperglicemia importante, usualmente por encima de 600 mg/dL, alterando falsamente otros parámetros como el hematocrito (falso aumento) y la concentración media de hemoglobina corpuscular (falsa disminución).
Además de la ferropenia, otra de las causas de disminución del volumen corpuscular medio y
de la concentración de la hemoglobina corpuscular media en la cual poco se piensa al momento
del diagnóstico diferencial, es la deficiencia de la vitamina A, especialmente cuando se asocia con ferropenia. En períodos de crisis en pacientes con hemoglobinopatías SS y SC, debido a procesos de deshidratación, el volumen corpuscular medio puede disminuir entre 10 y 15 fL.
4.2 Hemoglobina corpuscular media
También conocida como promedio de hemoglobina corpuscular, representa la cantidad de hemoglobina, en picogramos (pg) como unidad de peso, presente en cada eritrocito. La hemoglobina
corpuscular media se obtiene mediante la fórmula que relaciona la hemoglobina con el recuento de eritrocitos, ya sea de parámetros derivados de métodos manuales o electrónicos mediante la computadora incorporada al autoanalizador de hematología, aplicando la siguiente fórmula:
Hemoglobina corpuscular media (pg) = (hemoglobina en g/dL ÷ recuento de eritrocitos en millones por μL) x 10
4.2.1 Utilidad clínica
La hemoglobina corpuscular media define los conceptos de hipocromía, normocromía e hipercromía.
La hemoglobina corpuscular media, combinada con el volumen corpuscular medio, permite desarrollar la clasificación morfológica de acuerdo con Wintrobe. La hemoglobina corpuscular media es confiable y por lo tanto aplicable a la clínica cuando se deriva de valores obtenidos mediante los contadores de células. Además de la utilidad clínica de la hemoglobina corpuscular media, e igual que la concentración de la hemoglobina corpuscular media, debido a que es un parámetro muy estable, es una excelente herramienta para el control de calidad del hemograma.
4.2.2 Observaciones
A pesar de que la hemoglobina corpuscular media es un parámetro derivado de aplicar una fórmula en todos los tipos de hemograma, cuando el recuento de eritrocitos se hace manual, como en los hemogramas tipo I y II, aunque se haga bajo las más estrictas normas de calidad, tiene un coeficiente de variación muy alto por la imprecisión característica del recuento manual de eritrocito, en tanto que en los hemogramas derivados de los autoanalizadores de hematología es de altísima confiabilidad, debido a que el recuento electrónico de eritrocitos por esta metodología tiene un coeficiente de variación por debajo del 1%. La hemoglobina corpuscular media se puede elevar falsamente por hiperlipidemia como resultado de una elevación espuria de la hemoglobina debida a la turbidez del plasma. También puede modificarse en otras situaciones que elevan la hemoglobina falsamente, como la presencia de paraproteínas.
4.3 Concentración media de hemoglobina corpuscular
También conocida como concentración de la hemoglobina corpuscular media, se define como la cantidad de hemoglobina expresada en g/dL de células rojas empacadas. En todos los hemogramas se obtiene ya sea manualmente o mediante la computadora incorporada al autoanalizador de hematología, aplicando la siguiente fórmula:
Concentración de la hemoglobina corpuscular media (g/dL) = (hemoglobina en g/dL ÷ hematocrito) x 100
4.3.1 Utilidad clínica
La concentración de hemoglobina corpuscular media, de igual manera que la hemoglobina
corpuscular media, también define los conceptos de hipocromía, normocromía e hipercromía, siendo este último un concepto hipotético, para referirse a la cantidad de hemoglobina por masa de eritrocitos. La concentración de la hemoglobina corpuscular media es necesaria para la
clasificación de las anemias de acuerdo con la clasificación morfológica de Wintrobe.
Las anemias ferropénicas característicamente presentan disminución significativa de la concentración de la hemoglobina corpuscular media pero rara vez está disminuida cuando el volumen corpuscular medio es normal. La concentración de la hemoglobina corpuscular media característicamente está elevada en la esferocitosis hereditaria y es así como la concentración de la hemoglobina corpuscular media, por encima de 35,4 g/dL, combinada con el ancho de distribución de los eritrocitos, mayor de 14%, tiene una sensibilidad de 63% y una especificidad de 100% para detectar la esferocitosis hereditaria como prueba de tamizaje en la población general. Además de la utilidad clínica de la concentración de la hemoglobina corpuscular media, y al igual que la hemoglobina corpuscular media, debido a que es un parámetro muy estable, es una excelente herramienta para el control de calidad del hemograma. Con la excepción de la esferocitosis hereditaria, en donde característicamente está elevada, y con algunas formas homocigotas de hemoglobinopatías S y C , la
concentración de la hemoglobina corpuscular media no debe exceder de 37 g/dL.
4.3.2 Observaciones
La concentración de la hemoglobina corpuscular media que se deriva de los hemogramas manuales (tipo I y tipo II) tiene un coeficiente de variación por encima de 10% debido al factor de error inducido en el recuento manual de eritrocitos, en tanto que con los métodos electrónicos éste está en 1% . La concentración de la hemoglobina corpuscular media se puede elevar falsamente por hiperlipidemia como resultado de una elevación espuria de la hemoglobina debido a la turbidez del plasma. También puede modificarse en otras situaciones que elevan la hemoglobina falsamente como la presencia de paraproteínas. En períodos de crisis en pacientes con hemoglobinopatías SS y SC, debidos a procesos de deshidratación, la concentración de la hemoglobina corpuscular media puede aumentar significativamente, aun con valores por encima de 37 g/dL.
DISCUSIÓN
Después de la revisión bibliográfica realizada y haber observado los pros y contras de la técnica manual versus la automatizada en la realización del eritrograma, me gustaría que cada uno de ustedes lectores den su opinión basada en la experiencia propia de sus día a día, aquí en nuestro país son pocos laboratorios privados los que tienen la suerte de poseer un contador hematologico, la mayoría de las instituciones publicas, en cambio, ya cuentan con uno en su área de hematologia; de ahí que seguro tendremos opiniones diversas. Habra quienes defiendan su método y quienes anhelen lo del otro, pues no todo es color rosa en ningún de los dos casos ya sea por razones técnicas o económicas.
Les dejo direcciones de unas publicaciones que podrían interesarles sobre el tema:
http://www.actamedicacolombiana.com/anexo/articulos/03-1997-03-.pdf
https://prezi.com/tif1b9wridn3/cuadro-hematico-automatizado/
http://www.campusvirtual.unt.edu.ar/file.php?file=%2F1721%2FAutomatizacion_del_hemograma.pdf
http://www.revhematologia.sld.cu/index.php/hih/article/view/139/108
BIBLIOGRAFIA
1. Castillo de Sánchez ML, Fonseca Yerena ME, eds. Mejoría contínua de la calidad: guía para los laboratorios clínicos de América Latina. México: Panamericana, 1995.
2. Harmening D. Routine hematology methods. En: Harmening D, editor. Clinical hematology and fundamentals of hemostasis. Philadelphia: F.A. Davis, 2002.
3. Sociedad Colombiana de Patología Clínica. Manual de Codificación, Nomenclatura, Nivelación y Valores de Exámenes de laboratorio Clínico. Edimeco S.A., Medellín,
Colombia. 2007, 1-100.
4. Campuzano-Maya G. El hemograma electrónico. Laboratorio Al Día 1995; 5: 28-41.
5. Laboratorio Clínico Hematológico. Manual de procedimientos. 2007, Medellín, Colombia.
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